El Movimiento Sin Miedo y su irrenunciable convicción de lucha democrática

Ante el intento ilegal e inconstitucional del Tribunal Supremo Electoral de cancelar la personería jurídica de nuestro Movimiento, les decimos a los bolivianos y bolivianas que nuestro nombre va más allá de un documento formal, porque encarna nuestra irrenunciable convicción de lucha democrática que viene de las generaciones de luchadores como Juan que derrotaron y encarcelaron a los dictadores y de las nuevas generaciones que nunca se someterán al autoritarismo y a cualquier forma de dominación. 

Manifiesto del MOVIMIENTO SIN MIEDO, La Paz, 14 de noviembre de 2014

Este miércoles 12 de noviembre, el Tribunal Supremo Electoral, mediante Resolución, dispuso la cancelación de la personería jurídica de nuestro Movimiento. Al día siguiente se han planteado los recursos legales y constitucionales ante el mismo Tribunal Supremo Electoral, en defensa de nuestra legalidad y de las libertades y derechos consagrados por la Constitución Política del Estado; al tiempo que hoy ponemos en consideración de la opinión pública nacional los fundamentos básicos que hacen a nuestra existencia al servicio de nuestro país.

Bolivia vive hoy el período democrático más largo de su historia republicana. Son 32 años continuos después de una lucha firme y comprometida contra las dictaduras militares y por la recuperación de la democracia. El aporte del Movimiento Sin Miedo, a través de sus principales liderazgos, ha sido fundamental para derrotar en su momento la impunidad de esos regímenes que violaron los Derechos Humanos, perpetraron asesinatos y desapariciones forzadas de líderes y dirigentes políticos democráticos, e instalaron la corrupción y el narcotráfico en los más altos niveles gubernamentales del país.

Nuestro compañero Juan Del Granado, Juan Sin Miedo, enjuició a la dictadura de Luis García Meza, insólitamente defendida por el Tribunal Supremo Electoral en la última campaña electoral, y obtuvo por primera vez en la historia latinoamericana una condena de 30 años de prisión sin derecho a indulto por delitos de lesa humanidad, consolidando la vigencia de los derechos fundamentales a la vida, la libertad y la igualdad. En estas tres décadas, nuestra contribución al respeto a los Derechos Humanos tiene pruebas incontrastables en acciones desplegadas por nuestros principales liderazgos en trincheras sociales, parlamentarias e institucionales.

Pero, además de la recuperación y defensa de la democracia, el Movimiento Sin Miedo ha materializado sus principios y valores como organización política de izquierda en La Paz, y en más de 14 años de gobierno municipal honesto, transparente, eficiente y ligado a los anhelos de nuestra comunidad, a la cabeza de nuestros compañeros Juan y Lucho, ha entregado resultados concretos expresados en una profunda y positiva transformación de las condiciones de vida de niños, jóvenes, adultos y ancianos que hoy viven en una ciudad maravillosa, para el mundo entero, gracias al esfuerzo de quienes decidimos revertir la quiebra institucional, financiera y ética de la principal urbe del país y la transformamos en La Paz líder del desarrollo nacional.

Desde el Movimiento Sin Miedo convertimos a la Alcaldía de La Paz en un modelo de gestión pública para todas las instituciones del país. Y mientras desplegábamos gestión, nunca dejamos de defender las libertades democráticas ante los abusos de poder y la represión a nuestro pueblo. Lo hicimos sin miedo en las revueltas populares de 2003 que pusieron fin a los gobiernos neoliberales y partidocráticos, y cuando en 2011 se reprimió a pueblos indígenas de tierras bajas y altas que marcharon a La Paz en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure.

Ahora, ante el intento ilegal e inconstitucional del Tribunal Supremo Electoral de cancelar la personería jurídica de nuestro Movimiento, les decimos a los bolivianos y bolivianas que nuestro nombre va más allá de un documento formal, porque encarna nuestra irrenunciable convicción de lucha democrática que viene de las generaciones de luchadores como Juan que derrotaron y encarcelaron a los dictadores y de las nuevas generaciones que nunca se someterán al autoritarismo y a cualquier forma de dominación. Somos parte de un proyecto político identificado indisolublemente con la democracia como forma de vida y de gobierno, que tiene como basamento esencial la soberanía y la autodeterminación.

Por lo mismo, recurriremos a todas las acciones legales y constitucionales para evitar la consumación de un intento antidemocrático, pero sobre todo seguiremos pensando y actuando políticamente como hombres y mujeres que buscan que el país conquiste el derecho a vivir sin miedo.