que salga el sol, sin miedo

20 de septiembre de 2014

Juan sabe cómo superar el populismo prebendal, ineficiente y corrupto

Juan Del Granado, candidato a la presidencia del Movimiento Sin Miedo (MSM), ha derrotado al populismo prebendal y corrupto en las pasadas elecciones municipales, y es el único que tiene un plan serio para superar el estatismo burocrático, ineficiente, improvisado y carente de planes estratégicos. 


Desde 1825 hasta nuestros días en la historia de Bolivia se han configurado de manera heterogénea al menos cuatro formas estatales: el Estado oligárquico, el Estado surgido luego de la Revolución de 1952, el Estado neoliberal y el Estado plurinacional. En todas ellas se han mantenido relaciones sociales y antagonismos que dieron lugar a dos grandes exclusiones: la exclusión social poblacional y la exclusión geográfica territorial.

La exclusión social poblacional se origina en el racismo, prejuicio colonial de la inferioridad y sometimiento de los indígenas y mestizos con predominancia indígena, que conlleva la explotación económica y la dominación cultural.

La exclusión geográfica territorial surge del centralismo y de la visión de explotación y saqueo de los recursos naturales, especialmente minerales, para lo que se estructuró la administración colonial en un eje de producción, transporte y comercialización que configuró el centralismo administrativo, urbano y territorial, con el consiguiente abandono del territorio nacional y el ningún interés de integración, vertebración y redistribución espacial geopolítica, propia de cualquier Estado.

En base a estas dos grandes exclusiones se articularon en el país los mecanismos de la dominación estructural, tanto en sus componentes sociales clasistas y económicos, como en sus profundas connotaciones étnico-culturales y de género.

Luego de la Guerra del Gas, en noviembre de 2003, Juan Del Granado explicó que Bolivia enfrentaba una crisis no sólo del modelo de Estado, partidocrático y neoliberal de los últimos 20 años, sino también una crisis geológica estructural del Estado Republicano fundado en 1825.

“No estamos solo frente al agotamiento de una forma de gobierno que es la democracia representativa, frente al modelo neoliberal que inició una era de despojo nacional, sino que estamos frente a 180 años de vida republicana que no nos ha permitido resolver los problemas básicos de la comunidad”, argumentó el líder del MSM, y en noviembre de 2003 propuso convocar a una Asamblea Constituyente para refundar el país y constituir un nuevo sistema económico político.

Las autonomías municipales ampliadas y reconfiguradas fue el planteamiento de Juan Del Granado cuando propuso convocar a una Asamblea Constituyente. “Yo soy un firme candidato de las autonomías, de una Bolivia Federativa de municipios autónomos y de autonomías regionales a fin de desmontar el modelo neoliberal. El planteamiento implica la autodeterminación ciudadana y la autogestión productiva como los grandes ejes del poder local”, argumentó el líder político en esa oportunidad.

El MSM asumió un papel protagónico al iniciarse el denominado proceso de cambio en enero de 2006, y contribuyó al restablecimiento del rol conductor del Estado, la recuperación de los recursos naturales y de las empresas públicas y la redacción de una nueva Constitución Política en la Asamblea Constituyente.

Años después, la tarea en la que el MSM está empeñado es superar el estatismo burocrático e ineficiente, el autoritarismo y la negación del pluralismo, la improvisación, la ausencia de planes estratégicos, el populismo prebendal y corrupto, la cooptación de la sociedad civil y la impostura indigenista suplantadora de una verdadera construcción plurinacional.

El plan político-electoral estratégico aprobado en el Primer Congreso Ordinario del MSM tiene como principal propósito recuperar la esperanza de una gran parte de la población que se siente defraudada tras ocho años de engaños. El programa de gobierno del MSM retoma los aspectos medulares que han sido traicionados y olvidados por el gobierno del MAS, como ser la construcción autonómica, la construcción plurinacional e intercultural, la construcción institucional, la construcción de vida digna y la construcción económica-productiva.

Juan Del Granado propone al país “un renovado programa de gobierno para abrir un nuevo tiempo que nosotros lo hemos denominado el tiempo sin miedo, el tiempo en el que se despejen los temores, el tiempo en el que se ejerza la autoridad sobre la delincuencia, sobre el narcotráfico y no el autoritarismo sobre los ciudadanos”. En ese marco, el candidato a la presidencia del MSM asume cinco compromisos:

1. Riqueza duradera y vida digna

Somos un país rico y un pueblo trabajador, pero hoy solo producimos gas y minerales, y la gran mayoría del pueblo sigue pobre. Para superar el extractivismo exportador de recursos naturales, ya sea de corte neoliberal o estatista burocrático, Juan propone reconstruir la economía con el esfuerzo coordinado de redes cooperativas y productores organizados en consejos en los planos nacional, departamental y local, y apoyados por un Estado articulador que invierta en innovación y transformación tecnológica.

Juan creará empleo productivo, hará una alianza entre el gobierno y todos los productores para tener riqueza duradera en la ciudad y el campo, para producir nuestros alimentos, vestimenta, herramientas y maquinaria.

Juan incrementará los presupuestos de Salud y Educación hasta el 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para que todos tengamos vida digna con empleos, salario, educación, salud y servicios básicos.

El MSM propone un nuevo régimen competencial que brinde mayor espacio al accionar de las autonomías y pacto fiscal con reasignación de recursos en base al costeo competencial y a las necesidades de desarrollo productivo departamental, municipal, indígena y regional.

2. Libertad y justicia

Hemos derrotado a las dictaduras del pasado y recuperado la democracia, pero hoy el autoritarismo y los abusos están recortando nuestras libertades y se observa con preocupación recurrentes intentos de eliminar la pluralidad y restringir la democracia. La fractura institucional es visible en todos los órdenes, pero especialmente en el copamiento del Poder Judicial, en la subordinación de los otros Poderes del Estado y en la desinstitucionalización de todo el aparato del Estado.

Juan reestablecerá todos nuestros derechos y libertades, decretará amnistía para los perseguidos políticos, hará que todas las instituciones públicas estén al servicio de la gente y realizará un verdadero saneamiento de la justicia con jueces y fiscales honestos e independientes para que la justicia llegue a todos.

Juan revalorizará el estado de de­recho, la libertad, el pluralismo y el protagonismo ciudadano, y mantendrá vivo el espíritu deliberativo de ciudadanos, pueblos y culturas, con la reapertura del proceso constituyente y en el marco de la democracia representativa, directa y comunitaria.

3. Seguridad y tranquilidad en los hogares bolivianos

Los bolivianos somos amantes de la paz y la tranquilidad, pero hoy han crecido el narcotráfico, la delincuencia y las mafias que amenazan a nuestros hogares.

Juan dará seguridad ciudadana a las familias, a las mujeres y a nuestros hijos. Dignificará a la Policía con mejores sueldos, con capacitación y equipamiento, y con el plan de Policía comunitaria integrará a los efectivos policiales en nuestros barrios y comunidades en todo el país.

4. Gobernantes y autoridades honestas y capaces

Los bolivianos y bolivianas somos honestos y vivimos de nuestro trabajo, pero hoy ha vuelto la corrupción. Otra vez los gobernantes son improvisados y están robándonos el dinero que necesitamos para resolver nuestros problemas.

El deterioro de los valores éticos se manifiesta en el restablecimiento de la corrupción como práctica habitual en la gestión gubernamental, incubada primero en la improvisación, y luego alentada en la prebendalización del aparato público y el fomento de las actividades informales e ilegales como el contrabando y la ampliación de los cocales. Los grandes y pequeños negociados desde la gestión pública, los sobreprecios en las compras estatales, la oscura discrecionalidad en las millonarias contrataciones gubernamentales y el surgimiento de nuevas fortunas marcan un penoso retorno a la práctica pirata sobre el erario y los bienes públicos.

Juan administrará con capacidad y honestidad el dinero de la gente y restablecerá la ética política y el concepto de servicio en las funciones públicas. Juan combatirá de manera frontal a la cooptación, al prebendalismo y la corrupción, abriendo la administración pública a los ciudadanos más capaces. Expulsará a todos los corruptos y establecerá controles para todas las autoridades, enseñando honestidad con el ejemplo.

5. Unidad de nuestros pueblos y naciones

Está demostrado que nuestra Patria unida es muy fuerte. Hoy estamos enfrentados y unos desconfían unos de otros, y divididos no podremos salir adelante.

Juan unirá a todos los bolivianos, a los indígenas con los mestizos, a collas con cambas, a chapacos con norteños, a quienes viven en las provincias con los citadinos. Juan no permitirá favoritismos ni discriminaciones, y velará porque todos los pueblos u naciones de nuestra Patria tengan los mismos derechos.

El MSM propone la ampliación y la recomposición de la estructura estatal central con los contenidos y formas político culturales de todos los pueblos de Bolivia, y también la defensa y desarrollo de los derechos indígenas como parte indisoluble de la identidad colectiva.

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