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11 de abril de 2016

¡Basta! dijo el pueblo explotado al gobierno corrupto e impostor

(Miguel Lora Ortuño).-
Hagan lo que hagan, los oficialistas ya han sufrido una gran derrota política que va a pesar poderosamente en la conciencia de la gente, potenciado el proceso de radicalización de las masas y una progresiva descomposición del aparato oficialista. Si mañana intentan maniobrar para desconocer la victoria popular lo único que harían es enervar más la bronca contra un gobierno tramposo, corrupto, vende patria, agente de las transnacionales y de los empresarios privados del país.

Según los datos del conteo en boca de urna y los primeros datos oficiales de la Corte Nacional Electoral, en las 9 capitales de departamento y otras ciudades importantes como El Alto de La Paz, el NO propinó una paliza al oficialismo. En dos departamentos, La Paz y Cochabamba, el voto urbano arrollador por el NO fue neutralizado por las zonas rurales que tienen una fuerte concentración demográfica, donde ha imperado el nada democrático “voto comunitario” (voto unánime para la opción del SI, resoluciones tomadas en asambleas bajo el argumento de un sometimiento “orgánico” de los habitantes de la región, con fuertes sanciones pecuniarias y de otra naturaleza).

La revelación han sido los departamentos de Pando y Beni. Según los pronósticos de IPSOS y MORI, allí ganaría el SI y por mucho, pero después del referéndum se oficializó la victoria del NO, en el Beni con una diferencia muy grande. La explicación está en que se ha liberado del control de las autoridades el voto cautivo, la gente ha vencido las fuertes presiones que el oficialismo ejercía con prebendas y amenazas.

Mientras multitudinarias concentraciones festejaban la victoria del NO en las capitales de los nueve departamentos, aparecieron en la prensa los representantes del oficialismo con los rostros que no disimulaban el desencanto que estaban viviendo. Todos repetían el mismo libreto que García Linera había lanzado en una conferencia de prensa: se debía esperar el informe oficial de la Corte Nacional Electoral porque podrían revertirse los resultados del referéndum al conocerse los datos del extranjero y de los sectores más alejados del país, que era irresponsable cantar victoria antes del escrutinio oficial.

Ese libreto fue el anticipo del gran fraude que prepara el oficialismo para convertir la victoria del NO en derrota, anulando mesas y haciendo las trampas más sucias y descaradas a las que está acostumbrado. No cabe duda que, durante el mismo referéndum, ya hizo trampa allí donde pudo burlar el control ciudadano que fue muy celoso; el hecho de haber descubierto a una mujer en Santa Cruz transportando todo un cargamento de papeletas previamente marcadas por el SI es la confirmación de que las cortes departamentales han estado implicadas con el fraude.

HAGAN LO QUE HAGAN, LOS OFICIALISTAS YA HAN SUFRIDO UNA GRAN DERROTA POLÍTICA QUE VA A PESAR PODEROSAMENTE EN LA CONCIENCIA DE LA GENTE, POTENCIADO EL PROCESO DE RADICALIZACIÓN DE LAS MASAS Y UNA PROGRESIVA DESCOMPOSICIÓN DEL APARATO OFICIALISTA.

Estalinistas recibidos a zapatazos en la plaza 14 de Septiembre

Como queriendo demostrar al “jefe” su lealtad y su agradecimiento por las pegas que tienen en diferentes reparticiones del poder central y descentralizado (sobre todo en la administración escolar, en las normales del país y en el llamado PROFOCOM), los estalinistas –diferenciándose de los grupos masistas- salieron a las calles para hacer campaña por el SI. Ostentando banderas rojas y los símbolos del PCB, corearon la consigna de que la “izquierda está con el SI”.

A los rabanitos (rojos por fuera y blancos por dentro) les tocó nadar contra la corriente. Frecuentemente tuvieron que sufrir los insultos y abucheos de la gente en las calles y, uno de esos días que llegaron a la plaza principal de Cochabamba, fueron recibidos a zapatazos por los grupos del NO, en su mayoría estudiantes de la Universidad de San Simón, que ya habían llegado con anticipación. Los transeúntes no podían entender de dónde salieron tantos zapatos para servir como proyectiles en un acto político tan singular que hacía clara referencia a la “cara conocida” del Evo.

Comerciantes minoristas marchan por el NO

La capital del Valle también fue escenario de una multitudinaria y radical marcha de los comerciantes minoristas. Éste sector irrumpió en las calles paralizando el tráfico vehicular en el centro de la ciudad y terminó ocupando la plaza principal de la ciudad, cercó las oficinas del municipio y de la gobernación por casi una media jornada. Rebasaron a sus dirigentes que, a la cabeza de su dirigente Enriqueta Imaca, se han sumado abiertamente a la campaña por el SI, abriendo casas de campaña en las zonas comerciales de la ciudad.

Las consignas que dominaban toda la movilización estaban referidas a los abusos de que son víctimas de parte de la Intendencia Municipal, a las abusivas multas que se les impone a raíz de la aplicación del sistema impositivo y el llamado a votar por el NO en el referéndum del 21 de febrero. En todos los sectores de la gigantesca marcha dominaron las pancartas por el NO y una gran mayoría, sobre todo los sectores más jóvenes, vestían poleras rojas y blancas con la consigna del NO.

Este fenómeno se repite en todos los otros sectores que se movilizan por resolver sus problemas inmediatos y sus dirigentes cooptados por el oficialismo, de manera natural, entran en ruptura con sus bases. La burocracia sindical corrupta y vendida al gobierno, de generalizarse la movilización, tienen las horas contadas.

¿De qué le sirve a Evo Morales botar tanta plata para corromper a sus sirvientes? ¿De qué le sirve construir sedes sindicales, regalar movilidades y financiar los congresos de los diferentes sectores? De nada. No se puede comprar a la mayoría de las masas hambrientas y desesperadas de resolver sus problemas frente a un gobierno incapaz que, día a día, choca con ellas; en su afán de aplacar las movilizaciones no duda en utilizar la represión policial y una furiosa persecución contra los elementos que se ponen a la cabeza de los movilizados.

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